sábado, 26 de enero de 2008

El día del Pobre de Asis

You are still young that´s your fault...
Eres joven, es tu culpa...

Pasan los años...

You are now old that´s your fault...
Ahora eres viejo, es tu culpa...

Today I have one year less, I am an old fox........
Hoy tengo un año menos,soy un viejo zorro......






Francisco de Asís ( (Asís, Italia, 1181/1182 – Ibídem, 3 de octubre de 1226) fue un santo italiano, fundador de la Orden Franciscana y de una segunda orden conocida como «Hermanas Clarisas». De ser hijo de un rico comerciante de la ciudad en su juventud, pasó a vivir bajo la más estricta pobreza.

Su vida religiosa fue austera y simple, por lo que animaba a sus seguidores a hacerlo de igual manera. Tal forma de vivir no fue aceptada por algunos de los nuevos miembros de la orden mientras ésta crecía. Es el primer caso conocido en la historia de estigmatizaciones visibles y externas. Fue canonizado por la Iglesia Católica en 1228, y su festividad se celebra el 4 de octubre. Es conocido también como el poverello («pobrecillo», en italiano).

El Rosal sin espinas, que me fascinó ver en La Basílica de Santa María de los Ángeles (iglesia situada en la llanura a los pies de la colina de Asís, Italia):



Según la tradición (afirmada por vez primera a finales del siglo XIII) una noche san Francisco, sintiendo la tentación de abandonar este estilo de vida, rodó desnudo entre las espinas de las zarzas en un intento de superar la duda y la tentación. En contacto con su cuerpo, las zarzas se transformaron en rosas silvestres sin espinas. Desde entonces la variedad de Rosa canina assisiensis se ha cultivado en este jardín.

domingo, 20 de enero de 2008

Uno de mis lugares en el mundo



Laguna Los Témpanos





Ubicación: unos metros mas arriba de la mediocridad y abajo de las estrellas fugaces nocturnas


Situacion: congelada casi todo el año, pero siempre derretida por la imaginación.


Flora y Fauna: Serenidad y Majestuosidad

sábado, 19 de enero de 2008

Mi nombre sabe a hierba

De perfumes de hierbas que han impregnado mi espíritu. Aquellas que sólo aparecen en los atardeceres desde manzanillas a lavandas en los campos, de jazmines y glicinas en los caserones de tejas de Belgrano en mi infancia, de pequeñas rosas rosadas en racimos cuyas ramas cubrian las terrraza y el porton de entrada de mi casa, de flores de eucaliptus despues una lluvia estival, de coronas de novia al comenzar la primavera y de blancas flores de ligustro en el verano.

Por eso mi nombre sabe a hierba, pero ese nombre no se lee, se siente.