viernes, 26 de marzo de 2010

Mi Otoño




Aunque el ciprés de la cordillera frente a mi se mantiene verde oscuro, arraigado con pasión entre las rocas junto al maitén verde brillante, los raulíes contrastan con sus hojas anaranjandose, y una variedad de tonos verdosos de coníferas en el valle como los pinos , cedros, abetos, pseudotsugas, cedros y cipreses parecen hacer caso omiso a la llegada del otoño en el valle, los erguidos álamos italianos alertan con un fuerte amarillo su ingreso.




Los frondosos coihues en el faldeo del cerro pretenden disimular el cambio de estación con su verdor de sus hojas lanceoladas y aserradas, pero sus primas las lengas en medio de las laderas explotan en un rabioso color rojo morado con magníficos ejemplares de hasta 30 metros que se van achaprrando a medida que suben la montaña.




Las cañas colihues las rodean con su verde claro, esperando pacientes florecer cada 40 ó 60 años, aunque las rosas mosquetas ya sin hojas alertan con sus espinas y frutos rojos rubí que el verano ya fué.




Más arriba tomando la posta de las lengas, sus parientes los achaparrados ñires colorean la cima del cerro con su rojo anaranjado, mezclandose entre las nubes.




Las primeras y delicadas nieves otoñales se ubican entre las filosas rocas de la cima.




Y me gusta compartir Mi otoño con el de Vivaldi, y recorrerlo juntos.





domingo, 7 de marzo de 2010

Siete Lunas




22.00 en punto.
Mediados de la década del 70.
El living a media luz de mi casa en el barrio de Belgrano.
Mi perra cocker negra, con su impecable corbata blanca a mi lado.
Mis amigos y amigas de Buenos Aires y de Bariloche.
Una simple y vieja radio a válvulas sintonizada en 5.90 radio Continental.


Y arrancaba a full Blue Magic!:

I don't mind when you say that you're going away
I just don't wanna be lonely,
And I don't care if you share only moments a day.
I'd rather be loved and needed.

No me importa cuando dices que te vas,
No quiero estar sólo.
Y no me importa si sólo compartes conmigo algunos momentos del día,
No quiero estar sólo
Prefiero ser amado y necesitado.









Y entonces hablaba ella, la maravillosa, sensual e intrigante locutora Betty Elizalde comenzando su programa "LAS SIETE LUNAS DE CRANDALL".

Y todos en silencio, algo de perfume a jazmín del país desde el patio, las primeras manos entrelazadas, algunas miradas en la semioscuridad reflejadas en los vitreaux de la ventana, algunos sólos, otros abrazados, otros soñando, varios dormitando con una sonrisa.

Años donde en esa gente hubo romaticismo, melancolía, noviazgos, ternura, tristezas, amistad, estudio universitario, un grupo de disc jockeys, rugby apasionado... varios se casaron, otros se recibieron en distintas facultades, otros viajaron lejos.


Y finalmente llegaba la 1.30 am (siete media lunas) y cerraba Lou Christie:








Beyond the blue horizon
Waits a beautiful day
Goodbye to things that bore me
Joy is waiting for me

I see a new horizon
My life has only begun
Beyond the blue horizon
Lies a rising sun.

Más allá del horizonte azul
Espera un hermoso día
Adiós a las cosas que me aburrieron
La alegría me espera.

Veo el nuevo horizonte
Mi vida sólo ha comenzado
Más allá del horizonte azul
Se encuentra un sol naciente.

Y todo recomenzaba al día siguiente a las 22 hs.
¿Estará recomenzando mi vida?