
su comarca de sexo en una esquina, sus hectáreas de pecho en un vaivén.
Catalina sabía el argumento de la sábana rota por amor.
Todos sabemos que fue un verano descalzo y rubio
que arrastraba entre los pies gotas claras de mar oscuro,
en el pecho dos médanos eternos y en los ojos un cielo transparente
que miraba detrás del sol serena y furiosamente.
Tus labios de rubi de rojo carmesí parecen murmurar mil cosas sin hablar
y yo que estoy aqui sentado frente a ti me siento desangrar sin poder conversar.
Soy propietario de tu lado más caliente,soy dirigente de tu parte más urgente
soy artesano de tu lado más humano,y el comandante de tu parte de adelante.
Si alguien tocase tu cuerpo como yo...no digas nada,
no vayas a decir mi nombre sin querer a la persona errada.
Señora, no le quite años a su vida, póngale vida a los años que es mejor
Porque nótelo usted al hacer el amor siente las mismas cosquillas
que sintió hace mucho mas de veinte.
Muchacha pechos de miel, no corras mas, quedate hasta el dia.
Duerme un poco y yo, entre tanto, construire un castillo con tu vientre
hasta que el sol, muchacha, te haga reir,hasta llorar, hasta llorar.
Quizás sepan que tenía una eterna compañera que reía y se entregaba
desnuda sobre la arena que volaba cuando estaba en algún sueño,
para despertarse dentro de su dueño, al que le daba su amor hermosa y salvajemente .
Soy inocente de tu lado más culpable,pero el culpable de tu lado más caliente
soy el custodio de tus ráfagas de odio,y el comandante de tu parte de adelante.
La mujer que yo quiero, es fruta jugosa prendida en mi alma como si cualquier cosa, porque sin querer tú, te envuelve su arrullo y contra su calor, se pierde el orgullo y la vergüenza. La mujer que yo quiero, es fruta jugosa madurando feliz, dulce y vanidosa.
Me soplaba la letra con su aliento y nos iba surgiendo esta canción
Labio sobre labio, sobre labio y la península mía. Beso contra beso, contra beso y tu bahía.
Quizás, porque no soy nada de eso, es que hoy estas aqui, en mi lecho.
La mujer que yo quiero, me ató a su yunta: pero, por favor, no se lo digas nunca.
Gracias Pedro y Pablo, Sandro, Andrés Calamaro, Roberto Carlos, Ricardo Arjona, Almendra, Sui Generis, Nano Serrat.
Impresionantes Pedro Aznar y Lito Vitale!
¿Que puedo decir de Jane Birkin que no se haya dicho? (Muchísimimo!)