Despertar II / Awakening II

En Junio, escribía aquí:

"He aprendido a perdonar y he perdonado a los demás, pero no he aprendido a perdonarme a mi mismo, y la mochila es pesada para transitar."

Es que me adjudiqué culpas, que no eran tales y asumí responsabilidades que no eran mías. Y fui dejando de darle dedicación a mi persona.

Al prometerle a mi esposa a su pedido, que le iba a hacer un juicio por mala praxis a un pretigioso oncólogo que la atendió años, y luego tanto mi abogado como mi médico de familia, me recomendaron no hacerlo pues aunque tuviera razón, no sólo iba a perderlo contra el "Sistema Médico", sino que me iban a hacer un contrajuicio que iban a pagarlo hasta mis bisnietos, me quedé con un sentimiento de culpa y el de haber faltado a mi palabra.

También creía que no les daba a mis hijos el bienestar o standard de vida que merecían.

Hoy veo que mi hijo mayor, muy joven, es Master en su profesión, el siguiente consultor de software de empresas internacionales hace años en su trabajo y pronto también profesional universitario. Mi hija terminando su segundo año de secundaria con muy buenos resultados y muy querida por sus amigas.

Y desperté y me perdoné.

Le dije a mi esposa: "Mirá que maravilloso como siguen creciendo y evolucionando nuestros hijos. Lo del juicio y otras cosas no las pude hacer. Pero lo importante es que ellos siguen adelante como nos empeñamos al educarlos, y se que te están haciendo feliz. Siempre te tienen presente."

Me dí que cuenta que sólo puedo darles a mis hijos lo que puedo, aunque parezca una verdad de Perogrullo. Tendrán amigos/as que sus padres les pueden cubrir otras necesidades, pero yo tengo mis limitaciones, aunque lo fundamental entiendo que lo cubro y siento que ellos se dan cuenta.

Y añoro ser el que siempre fui: creativo, generador de nuevos proyectos y viajero. Tanto al campo por trabajo, a la Patagonia por fascinación, ó a Alemania por reuniones ó congresos. Entonces volveré a hacerlo.

Tengo mucho para dar y por que no, tengo muchas ganas de que sea recíproco. Llegará una mujer a mi lado, y nos acompañaremos en el camino. Sin pesadas cargas en nuestras espaldas:

Porque ahora ya transito más liviano.

Bueno, se que es tarde
Quizas te Desperté, como me Desperté yo,
Pero lo que tengo que decirte no puede esperar.
Se que tú entenderás
Porque cada vez que intenté decírtelo
Mis palabras salían poco entendibles.
Entonces te lo digo con una canción:

Gracias, Jim.